En muchas ocasiones me ha tocado abordar el tema académico de la educación superior brindada en algunas universidades que les podríamos llamar “universidades patito”. Tiene que ver con aquellas instituciones que más que educación venden “Titulos universitarios”. Lo que importa, más que el conocimiento sembrado en sus alumnos son las colegiaturas que se reciben mes con mes. De tal forma que es factible tener muchos titulados con licenciaturas o maestrías e incluso doctorados pero sin proyectar los conocimientos atribuidos a su nivel de estudios presumido.
De tal forma que el problema de muchas universidades es que dan el título sin los conocimientos, y en Roma la Academia Vivarium Novum tiene el problema pero al revés, da los conocimientos pero sin el certificado respectico y quienes estudian ahí tienen que buscar otra institución educativa que les permita tener dicho documento. Dirían por ahí que hay de todo en la viña del señor.
Mi preocupación particular es que Usted, apreciado lector se vaya a topar ocasionalmente con un titulado en medicina de cualquiera de estas instituciones sin los conocimientos debidos. Ya mencionaremos en una futura ocasión las características de este tipo de “profesionistas” que son orgullo de su familia pero un peligro para la sociedad.
En ese mismo tenor, a bote pronto, quiero abordar con mucho cuidado este punto, porque no se trata de argumentar con burla o con frases apantalla bobos, o con faltas de respeto a la envestidura presidencial, desde hace tanto tiempo vilipendiada por los contrarios a quien la detenta. En época del PAN, los priistas y los que apoyaban al entonces candidato AMLO se burlaban de Fox y de Calderón. En época del EPN, los panistas y los Morenistas hacían lo propio con el entonces mandatario. Y como lo que siembras cosechas, hoy AMLO simplemente está cosechando lo sembrado por tantos años de oposición: Usar la burla como argumento político.
Todo esto viene a colación querido y dilecto lector porque estoy francamente aturdido existencialmente. Leo y releo el planteamiento del presidente AMLO respecto a la petición para que España pida perdón al respecto de los acontecimientos ocurridos hace ya casi quinientos años. ¿En serio? ¿Para esto votaron por él más de treinta millones de electores?
Existen algunos temas estigmatizados de los cuales se dice que es mejor no abordarlos a riesgo de terminar la plática en forma violenta. Entre esos temas están los de política y religión. Hoy nuestro presidente agrega uno más que tiene que ver con historia, con peticiones de satisfacciones ante supuestos agravios ocurridos en otros tiempos ya muy idos. Satisfacción pedida, que de darse, no abona ni sirve absolutamente en nada a las relaciones con esta nación europea, ni para el óptimo desempeño de nosotros como país independiente.
Creo que es de suma importancia invitar a la prudencia a nuestro Presidente. ¿Qué necesidad hay de meterse en camisa de once varas? Cuando veo el currículo académico de alguno de sus secretarios de estado me pregunto. ¿Qué le aconsejará la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero? o el eminente y muy preparado académicamente Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa Macías. Quiero ver operando la sapiencia certificada de al menos estos dos cercanos colaboradores. No creo que ninguno de ellos tenga académicamente certificados patitos. La secretaria Olga es egresada de la UNAM y el secretario Urzúa además de ser egresado del Tec de Monterrey es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Te preguntaras sesudo lector a que viene toda esta arenga retórica. Pues a que el desarrollo académico va de la mano del sentido común y quisiera ver ese sentido común en acción aterrizado en consejos a nuestro presidente.
Pero AMLO también es inteligente. No lo dudo ni tantito. Existen personas que no tienen necesidad de ningún reconocimiento social en su quehacer diario. No se desgastan justificando sus acciones aparentemente sin sentido. AMLO sabía de ante mano que España jamás manifestaría el perdón solicitado. Pero cuando leo que en México existen alrededor de 7 millones 382 mil 785 personas que hablan alguna lengua indígena, que las más habladas son: Náhuatl, Maya y Tseltal y que de cada 100 personas de 3 años y más que hablan alguna lengua indígena, 12 no hablan español luego entonces la petición “sin sentido” cobra sustancial valor.
AMLO quedará ante este segmento no pequeño de la población como el gran héroe que hasta ahora no tenían. Tendrá un muy alto número de potenciales votantes. AMLO, política y electoralmente sabe muchas cosas para las cuales no hay certificado, justo como la Academia Vivarium Novum en Roma, que da conocimiento indiscutible sin el título respectivo.
Esto que acaba de hacer AMLO es la locura más cuerda de la que tengo conocimiento. Un absurdo electoralmente muy rentable. Es un camino arriesgado pero que si tiene los efectos de un tiro de precisión, la presa obtenida será invaluable.
El tiempo hablará.