Matamoros.- (Osbaldo Bautista) Jefferson de nacionalidad salvadoreña y Bryan oriundo de Nicaragua están unidos por un mismo propósito: llegar a Estados Unidos para empezar una nueva vida.
Desde hace un mes, todas las mañanas se paran sobre en el bordo del Río Bravo para observar al país de la esperanza y prosperidad, sin embargo, la desesperación se empieza a apoderar de ellos ya que la lista de espera crece cada día más.
Brayan, explicó que viene huyendo de la persecución de su gobierno, ya que los jóvenes universitarios -de acuerdo a lo que declaró- sufren opresión política.
Sin embargo, el caso de Jefferson es totalmente diferente. No tiene padre, viajó desde El Salvador con su madre y su ilusión es llegar a Estados Unidos para trabajar y apoyar a su mamá.
Como estos casos hay muchos, desde migrantes africanos, rusos, cubanos y centroamericanos que todos los días despiertan en la frontera de Matamoros con la esperanza de ser llamados por las autoridades migratorias de los Estados Unidos para recibir el tan anhelado asilo político.
