Es de reconocerse la solidaridad con la que han respondido los sectores productivos de Tampico en apoyo a las familias más vulnerables y las más afectadas en esta crisis económica derivada de la pandemia.
Con el respaldo del sector empresarial, el Ayuntamiento ha entregado más de 20 mil despensas y más de 3 mil kilos de carne en lo que va de esta emergencia.
También hay que reconocer que se trata de un acto de confianza de esos sectores a la administración del alcalde Jesús Nader que a casi dos años de Gobierno ha logrado colocar al Puerto como ejemplo Estatal de orden y limpieza.
La confianza se refrendo desde el Congreso del Estado al autorizarse un crédito por 100 millones de pesos para impulsar el mega proyecto de la Laguna del Carpintero.
Hace unos días, Chucho supervisó los trabajos de cimentación de lo que será la monumental Rueda de la Fortuna que proyecta una inversión privada de 5 millones de dólares, en otra acción que refleja confianza en las autoridades.
Hay que decir que el 8 por ciento de las utilidades serán destinadas al erario municipal. Una buena noticia en está época de constantes ajustes a las participaciones federales.
En septiembre inicia el proceso electoral del 2021 y abre la oportunidad de la reelección. La evaluación del alcalde es positiva, es cuestión de esperar los tiempos.
La historia es muy diferente en Ciudad Victoria donde Xico González está calificado por varias encuestadoras como uno de los peores alcaldes del país y el más cuestionado de Tamaulipas.
Mientras que a Chucho Nader le aprueban créditos a Xico González le exigen auditorías.
La ciudad capital está destrozada y los servicios públicos colápsados. ¿Donde está entonces el dinero público? La exigencia es revisarle las cuentas.
No sólo ha demostrado ser pésimo administrador sino también muy mal gestor. En sus casi dos años como presidente, la Ciudad no ha tenido obras importantes porque Xico solo se mueve para bailar.
Para dimensionar: el promedio nacional de desaprobación de alcaldes es del 57.3 por ciento, sin embargo a Xico González lo reprobaron el 77. 8 por ciento de los victorenses encuestados por la empresa Mitofsky.
No sólo eso, se ha convertido en el máximo bufón de la capital. Sus exóticos – y sugerentes- bailes, y sus excesos públicos de amor a sus colaboradores -siempre- masculinos, son tan frecuentes como grotescos.
Las burlas subidas de tono y las rechiflas al edil se desatan en los recorridos por las colonias y es que cuando un alcalde pierde la vergüenza, los ciudadanos le pierden el respeto. Xico está de ejemplo.
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