El México de lo inédito.

Estamos aprendiendo a vivir en medio del vértigo de los acontecimientos tumultuosos. De un evento que es noticia inédita pasamos a otra acción del mismo talante. En estos tiempos utilizar el epíteto o adjetivo calificativo de “inédito” ya es subjetivo. El concepto significa que no ha sido nunca publicado o dado a conocer al público. El sexenio de AMLO está lleno de cosas inéditas. Trataré de enumerar algunas de ellas.

La pandemia por Covid 19 es por mucho la reina de los sucesos inéditos; pero es importante aclarar que dicho rasgo es válido para nuestra generación pero no para la humanidad entera. Esto me lleva a pensar en la normalidad que todos nuestros seres queridos, que murieron al menos hasta diciembre del 2019 transitaron por una vida que fluyó sin sobresaltos de esta naturaleza desde su cuna hasta su tumba. Bendita vida apacible.

Todos nosotros veníamos muy campantes en una espiral de avance tecnológico que nos seducía la existencia y nos hacía planear a muy largo plazo nuestra humanidad, de tal forma que como seres antropológicos no contemplamos ni por asomo la más mínima posibilidad de esta dramática eventualidad. Jugábamos con la superficialidad de la vida de la mano de las redes sociales. Nos enamorábamos y entrelazábamos de lo hueco y trivial pero que nos daba prestigio. La peste pandémica covidiana, se hizo cotidiana y fue una cachetada para la humanidad.

Hasta este momento desconocemos si el carácter inédito de la pandemia pasará a ser algo más bien cotidiano, y aquello que veíamos como lejano o simplemente no veíamos hoy cobra derecho de piso en nuestra existencia toda.

Segundo lugar en la carrera de lo inédito, bien podría ser las mañaneras del Presidente AMLO. Al día de hoy jueves, que amablemente lees esta columna, el primer mandatario de nuestro país estará llevando a cabo su conferencia de prensa 506 en lo que va de su sexenio. Sea ejercicio de comunicación o de propaganda o las dos, podemos afirmar que ningún presidente de la historia de México había llevado a cabo un ejercicio tan mediáticamente exhaustivo que marcara la pauta en la agenda nacional, con el gusto o disgusto de su audiencia.

Conocemos muy poco de este instrumento de gobierno denominado “La mañanera” el cual se origina en el principio de la vulgarización de Joseph Goebbels, el cual enfatiza que toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

De ahí lo reiterativo que es AMLO, lo pausado de su discurso y la razón de ser de sus argumentos tan simples. Al inicio del sexenio, yo en lo personal no sabía que opinar al respecto pero me las arreglaba para disimular mi ignorancia con simpatía, instinto para callarme y tratando de ejercitar mi capacidad de observación todas las mañanas.

Muchos de los adversarios políticos del presidente esperarían que hable con voz de actor y elocuencia de iluminado, ese modo le espantaría a su mercado electoral. Sus errores de historia y sus errores en la ciencia que ventila en sus mañaneras sin el menor empacho, lo igualan al más ignorante, de tal forma que en esa andanada de imperfecciones presidenciales lo que hace es hermanarse con las masas ignorantes sin estudios ni posgrados. Que dicho sea de paso, son los más.

El presidente AMLO sabe, bien que sabe dirían otros, que la escasez, el racionamiento y la sensación de constante precariedad no es novedad para quienes siempre han vivido con lo justo o han sido pobres y que es justamente a quien se dirige todas las mañanas, en un promedio de tres horas diarias. Se ha hecho aliado de aquellos que despotricaban contra la vida y el mundo.

Querido y dilecto lector, volviendo a lo inédito, también podría aplicarse a la ausencia casi total de la oposición. AMLO bien podría impartir clases de esta materia en la cual es doctorado lirico. La pregunta obligada es ¿Qué está haciendo la oposición en este momento? Acaso imaginando un futuro luminoso con las migajas políticas que les deje el Presidente.

La oposición hoy más que nunca necesita a sus amigos, pero necesita incluso valorar a sus adversarios ideológicos para practicar la esgrima verbal de la polémica y que se curta para poder emerger de donde sea que hoy se encuentre.

Así las cosas en este México de apetencias inéditas en las que se contempla en el horizonte ciertos nubarrones que no sabemos que nos traigan. Dios nos agarre confesados.

El tiempo hablará.

Mas Noticias:
Leer más