Propios y extraños califican como buenas o muy buenas las propuestas de Andrés Manuel López Obrador.
El virtual presidente electo de México tiene a los ciudadanos a la expectativa. Todos los días transmite en vivo mediante sus redes sociales para dar cuenta de sus actividades y las medidas que se dispone a implementar.
Asume la crítica y la responde con prudencia. Casi a diario se reúne con periodistas.
A 35 días de ganar la elección parece más Presidente que Enrique Peña Nieto. Ya se reunió con los enviados del presidente de los Estados Unidos Donald Trump y con el embajador de China, Qui Xiaoqi.
Anunció el rescate del sector energético con una inversión de 175 mil millones de pesos. Rehabilitará las seis refinerías que operan apenas al 30 por ciento y construirá una más en Tabasco en un gasto proyectado a tres años.
Las medidas permitirán reducir el costo de la gasolina y las tarifas de energía eléctrica mediante la modernización de las hidroeléctricas. «Generar energía barata y limpia es una prioridad»
El programa de austeridad llegara a todas las áreas de la estructura de gobierno. Reducirá el personal innecesario, bajará salarios de funcionarios de primer nivel y terminará con las discrecionales compensaciones.
El recorte alcanzará a la privilegiada labor legislativa donde los senadores percibirán 90 mil pesos a diferencia de los 300 mil que reciben actualmente.
Cumplirá con suspender la pensión a los ex presidentes de México y ningún funcionario mexicano podrá ganar más que el futuro presidente con un salario asignado de 108 mil pesos.
El viernes anterior, Andrés Manuel se reunió con José Antonio Meade. Fue un desayuno en la casa del presidente electo en la colonia Toriello Guerra en Tlalpan.
No solo eso. AMLO calificó al ex candidato presidencial como «una persona decente, buena y honorable». Todo apunta a que podría ser el gobernador del Banco de México.
El encuentro mandó buena señal. AMLO mantiene una postura de diálogo y de reconciliación como lo anunció en su primer discurso. No solo con organismos empresariales que en campaña parecían no estar a su favor sino ahora con sus adversarios de la contienda.
Pero, cuando le preguntaron sobre una posible reunión con Ricardo Anaya, el Presidente electo guardó silencio. Dato adicional es que el panista está desaparecido de la escena pública desde la noche del 1 de julio.
El próximo miércoles, Andrés Manuel López Obrador recibirá la constancia que los acredita como presidente electo de México. Propios y extraños califican positivamente sus propuestas de Gobierno.
Coinciden en la urgencia de acabar con la corrupción y la impunidad, terminar con los privilegios y excesos de la clase gobernante y generar mejores condiciones de vida para los mexicanos.
Será interesante ver cómo pasa del dicho al hecho…
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