En vísperas de una posible visita del presidente AMLO a nuestra ciudad me vi en la necesidad de investigar algunos datos de este personaje para que tengamos noción de quien fue este matamorense a quien la 4T lo rescató del olvido histórico.
Nació en Matamoros, Tamaulipas el 25 de noviembre de 1859, hijo de J. Encarnación Garza y María de Jesús Rodríguez de la Garza. De espíritu inquieto asistió al Colegio San Juan de los Esteros en Matamoros donde se graduó como periodista.
En 1876, a los 17 años, se fue a vivir a Brownsville donde trabajó en una empresa de nombre Blowberg and Raphael. Además trabajó en la defensa de los derechos humanos y laborales de los mexicanos que vivían en Texas.
En una ocasión, cuando la fiebre amarilla llegó a la frontera y aun siendo joven, Catarino escucho el siguiente comentario entre algunos americanos:
-Si se levanta la cuarentena morirán americanos de la ciudad de Brownsville. Recuerden “la vida de un blanco vale más que la de diez mexicanos”
Este comentario racista le incomodó mucho y fue cuando escribió su primer artículo que publicó en el periódico del Sr. Ramos Rodríguez en la vecina ciudad de Brownsville y quien le cobró por dicha publicación cinco dólares. Ese detalle definió la actitud de Catarino Garza transformándose en fiel defensor de sus paisanos en el país del norte para lo cual formó la “Sociedad Juárez” con León Obregón quien también le propuso crear el periódico “El Bien Público” en 1879 para promover sus ideas.
Fue un columnista prolijo y escribió en algunos medios impresos como La Revista Mexicana, El Bien Público, El Libre Pensador, fundado por el propio Catarino Garza, El Mundo de Laredo fundado por el doctor Ignacio Martínez y El Comercio Mexicano, este último un semanario anti porfirista.
El Dr. Ignacio Martínez, quien había nacido en San Carlos, Tamaulipas en 1844, en la mañana del 3 de febrero de 1891 yendo para su oficina, se le acercaron dos hombres y uno de ellos sacó de su ropa un revólver y le disparó “a quema ropa”, la vox populi de aquel tiempo decía que era gente de Don Bernardo Reyes quien hizo el encargo por orden de Don Porfirio Díaz.
Por esta razón fue que Don Catarino Garza se indignó y escribió varios artículos en contra del mismo gobernador de Nuevo León, don Bernardo Reyes y del propio presidente de la República don Porfirio Díaz. Comenzó a reclutar en clubes a mexicanos residentes en EU que estaban enterados del acontecer en México con toda la intensión de derrocar al dictador.
Fue así como la madrugada del 15 de septiembre de 1891, fecha muy emblemática, mismo año del asesinato del doctor Ignacio Martínez y 19 años antes de la revolución de Francisco I Madero, Catarino Garza, a la cabeza de unos 60 hombres armados con rifles Winchester y montados en buenos caballos, muy audazmente entró a territorio mexicano por Las Lajas, cerca de Ciudad Mier, Tamaulipas, allí se proclamó el Plan Revolucionario que pretendía desconocer al general Porfirio Díaz como presidente de la República y juzgarlo como traidor a la patria y no solo eso sino algo tan audaz como elevar a preceptos constitucionales la no reelección, la no elección de caudillos militares y suprimir la “ley fuga”.
Para él era muy simple, quería desconocer al gobierno de Porfirio Díaz, para hacer efectiva en México la Constitución de 1857 que declaraba la no reelección, de esta manera avanzó frente al ejército Constitucional, animado con la idea de tomar posesión de la capital de la República.
Este precoz revolucionario organizó al Ejército Constitucionalista del Norte en ocho cuerpos militares denominados, “Libres Fronterizos”, “de Zaragoza”, “de Hidalgo”, “de Matamoros”, “de Nuevo León”, “Los Guerrilleros de Coahuila”, “Tiradores de Chihuahua” y “Carabineros de Guerrero” a quienes Porfirio Díaz los calificaba como sublevados, bandidos, ladrones y mitoteros.
De esta manera el dictador ordeno que el ejército mexicano desplegara varios batallones para enfrentarse al ejército Constitucionalista de Catarino Garza, quien fue derrotado en diciembre de 1891 en el rancho “Las Tortillas” en Tamaulipas por parte de las fuerzas al mando del general Lorenzo García lo que hizo que emprendiera retirada nuevamente a Texas.
Cabe mencionar que fue perseguido por el ejército de Estados Unidos pero también sufrió la persecución del Ejército Nacional Mexicano, del mismo modo en que la prensa de ambos países minimizó su lucha en favor de su respectivo gobierno.
En 1892 salió de Texas rumbo a Florida, de ahí a La Habana, después Colombia y finalmente Costa Rica y ya estando en Centro América conoció a varios personajes como Antonio Macedo, José Martí y el colombiano Rafael Víctor Zenón Uribe Uribe, quien fue el prototipo de Gabriel García Márquez para hacer el personaje de Aureliano Buendía de su novela premio Nobel de literatura “Cien años de soledad”.
Catarino Garza el matamorense tuvo el ofrecimiento de dos grupos, los revolucionarios cubanos y los colombianos para ir a luchar a cualquiera de esos dos países, con la condición de que en cuanto se pudiera vendrían a México a luchar contra el porfiriato. Finalmente decide ir a combatir a Colombia y muere junto con los liberales colombianos en la toma del cuartel de Boca del Toro en Panamá en 1895 a los 36 años de edad.
Querido y dilecto lector, esa fue la vida de esta periodista, político y revolucionario que hoy permite que los reflectores de la agenda nacional apunten hacia nuestra ciudad.
Fue sepultado en una fosa común hasta donde el gobierno mexicano fue a buscar sus restos que ya encontró y se están haciendo las gestiones para traerlo a esta su tierra natal Matamoros.
Es importante señalar que el presidente AMLO escribió un libro al respecto de la vida de este personaje que tituló: “Catarino Erasmo Garza Rodríguez. ¿Revolucionario o bandido?” y que al parecer tiene todo el deseo de acentuar su legado viniendo a Matamoros en estos días. Estaremos expectantes para ser testigos de este homenaje post mortem a muy largo plazo.
El tiempo hablará.