Todos se fueron de vacaciones, menos los que saben que quedarse activos hará la diferencia en sus proyectos de suceder al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Y vaya que hay movilidad en el PAN, donde la premisa superior es que, ganarle a Morena será, sí y solo sí, en Unidad…
Y me lo advirtió uno de los tres pre candidatos abiertos al momento. !Parece que algunos están peleando por quién será el que va a perder! Y puede que tenga razón, pues quizá no ellos, pero si sus equipos, están empujando en un posicionamiento que podría gastar el amor en celos.
Por lo mismo, y es lógico, algunos están considerando que muy pronto, el ejecutivo de la entidad y líder político les invite serenarse. A que entiendan, ellos y sus equipos, el trabajar en una unidad, como la que les coronó de éxito en 2016.
Y en este contexto, les aseguro que ni Gerardo Peña Flores, ni Jesús Nader o César Verástegui tiene entre sus planes dinamitar la campaña de 2022, pero abajo amigos, es donde se siente ya la crispación.
Aquí decíamos que es natural, que tropa, suboficiales (oficiales no comisionados) y oficiales (comisionados, subalternos, particulares, jefes); en una palabra de cabos a coroneles de los equipos, se den empujones para agradar, o posicionar a sus generales, pero hasta ahí.
Todos los involucrados al más alto nivel, saben que llegado el momento -algunos me insisten en que pronto, otros que hasta diciembre-, se van a reunir con el gobernador que tiene “voto y veto”, además del CEN del PAN para determinar a su abanderado.
Y aun no entramos al territorio de la multi mencionada alianza con el PRI y el PRD, que sin ofender, entiendo que no tendrían opción de determinar a su candidato. No en balde Ramiuro Ramos Salinas, es de los que se oponen a esta posibilidad, pues considera altamente rentable su capacidad para el debate y relaciones públicas en la entidad.
Vamos a ver, que en los recorridos ya vemos activos por lo pronto a Gerardo Peña y a César Verastegui, mientras que Jesús Nader se manifiesta listo para desplegarse. Y hasta ahí el ruido en un tema que es esencial, porque todos sabemos que en el PAN, en lo interno, las mentadas si son de menta.
Esa ha sido su fortaleza a través de la historia. La unidad en medio de sus conflictos que les llevaron a tener ya a dos ex presidentes de México. A Vicente Fox y a Felipe Calderón de 2000 a 2012.
Vamos a ver que en el plano nacional, el más intenso en pro del 2024 es Ricardo Anaya, quien mucho creció en 2018 como para ser el favorito, incluso de Enrique Peña Nieto, hasta que aseguró que lo metería a la cárcel. Primero en marzo y luego en un spot en el que agregó a Andrés Manuel López Obrador, el actual Presidente de México.
Creo que lo suyo, no es el sentido común…
Lo mejor de cada casa…
Y los alcaldes, renovados y nuevos ahí la llevan, entre otros Armando Martínez Manríquez, presidente electo de Altamira a quien le dio Covid, del que afortunadamente ya se restablece.
Ocupará la silla de la actual alcaldesa Alma Laura Amparán donde todo se desarrolla sin problemas. El respeto entre el alcalde entrante y la saliente se realiza formalmente sin complicaciones.
Por cierto, dos temas que nos siguen intrigando. Qué le pasó al acolito Ciro Hernández y aun mejor, que explicación existe de la permanente campaña de Miguel Gómez quien incluso en el proceso electoral no paró. Y es pregunta. ¿Si el todavía legislador hubiera sido el candidato habría ganado?
Lo cierto es que Armando Martínez tiene la oportunidad de su vida, igual que Lalo Gattas, porque ambos deberán pasar en octubre, de ser candidatos, como se les sigue percibiendo, a operadores de lo que podrían ser alcaldías de 6 años. De ese tamaño es el reto.
Lo bueno es que Armando ahí la lleva, mientras que Gattas se restablece de un problema serio de ligamentos en la rodilla.
Del cuarto piso.- Y para ponerle sabor, Chucho Nader repite en los sondeos de Motifsky como el mejor alcalde de México. Tiene un 73.1 % de aceptación, que no la tiene ni Obama.
Nostra Política: “Es posible que la frase «dictadura del proletariado» no tenga sentido alguno. Tanto valdría decir; «la omnipotencia de los conductores de autobús». Es evidente que si un conductor fuese omnipotente, no conduciría un autobús”. Gilbert Keith Chesterton.
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