Una amenaza de muerte nunca debe tomarse a la ligera, los perros ladran y en ocasiones muerden, por eso es lamentable la postura que asumió el Secretario de Gobierno, GERARDO PEÑA FLORES cuando minimizó las que recibió el alcalde victorense EDUARDO GATTÁS BÁEZ.
En estos momentos se vive una escalada de violencia política, pero es muy notorio que se circunscribe con mayor fuerza contra los alcaldes de Morena en los municipios de mayor importancia política y económica.
Todo parece que es una cadena de acciones y en la política dicen que nada es casualidad, pero pensemos que sí lo es y forman parte de una serie de hechos que iniciaron en Matamoros, cuando decidieron de manera unilateral la toma de la policía y tránsito local.
En esta ciudad fronteriza, el alcalde MARIO LÓPEZ “La Borrega” obtuvo su reelección de manera contundente con más de 100 mil sufragios, que lo convirtieron en el sexto alcalde más votado en el país.
Más no fue el caso único, en Nuevo Laredo, la titular de la Secretaria de Bienestar Social, YAHLEEL ABDALÁ CARMONA ordenó invadir los espacios públicos municipales con el fin de arrebatarlos.
Esa acción también fue aderezada con la toma de tránsito local que buscaba fastidiar a la alcaldesa CARMEN LILIA CANTUROSAS, pero sin olvidar la persecución que sufre su hermano, CARLOS ENRIQUE, actual coordinador de la campaña de Morena, quien coordina todas las actividades desde el exilio.
Sin embargo, las presiones más fuertes se viven en ciudad Victoria, las cuales escalan de una manera preocupante.
Desde la precampaña intentaron involucrarlo en un expediente de la PGJ, con un presunto delito de violencia intrafamiliar, pero también le dejaron entrampado con los empleados municipales.
Se tuvo que hacer frente a un Contrato Colectivo con el Sindicato Municipal, que significó un desembolso de 16 millones de pesos para la nueva administración.
LALO GATTÁS no es invitado a ningún evento de la administración estatal, lo que tampoco es casualidad, pero también fue objeto de una campaña mediática por la compra de una camioneta blindada que adquirió con recursos propios.
También se dieron una serie de llamadas al comercio para extorsionarlo, pedían dinero a nombre del municipio, además de las llamadas en la madrugada para encuestar sobre el trabajo de LALO GATTAS y los mensajes que desacreditaban el trabajo municipal.
Sin embargo, ahí no terminaron las presiones, también hubo un sabotaje en los servicios públicos y el incendio provocado al relleno sanitario, además las represalias a los funcionarios estatales por acudir a eventos municipales.
También aplicaron una auditoria a Tránsito municipal para quitarles el control de la corporación, aderezado con la publicación de la supuesta compra de un departamento en las playas de Miramar en Madero.
Otro hecho, se registró en Reynosa donde se dio la invasión de policías estatales a la casa del diputado presidente de la Gran Comisión, ARMANDO ZERTUCHE, supuestamente para detener a unos delincuentes.
Sin embargo, esa persecución política parece minimizarse, ayer el Secretario General de Gobierno dio poca importancia a la amenaza de muerte que recibió el alcalde LALO GATTAS.
No es la primera vez, en plena campaña también recibió algunas advertencias, de ahí que decidiera la compra de una camioneta blindada.
La seguridad no tiene precio, cualquier edil debe protegerse, viven en el ojo del huracán y deben tener al menos un paraguas para resguardarse de la lluvia de ataques que reciben los morenistas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…