Fenece a cada hora, y al paso de cada minuto el poder del presidente en turno, dentro de unos cuantos días su luz estará siendo opacada por la presencia del nuevo astro solar, que con la unción ciudadana tendrá el poder de eclipsar los proyectos sexenales nacidos en el periodo administrativo actual.
Mucho se ha hablado de los cambios en la doctrina económica que se llevarían a cabo de los diversos candidatos de llegar al poder; de parte de Jose Antonio Meade su pronunciamiento ha sido con la continuidad del modelo actual, erradicar la corrupción dentro del sistema, eliminar el fuero a todos los servidores públicos, un principio de equidad salarial, es lo que sobresale en su esquema ofrecido.
De parte de Ricardo Anaya también se ven cambios no radicales, ya que avala las reformas estructurales, habla del reforzamiento de los cuerpos de seguridad para combatir la delincuencia, misma línea de Felipe calderón, pretende elevar a 100 pesos el salario mínimo, y el salario universal de $1500.00 pesos mensuales por el hecho de ser un ciudadano Mexicano.
El más radical con el cambio en el sistema actual es Andrés Manuel López Obrador, ya que su oferta es revisar y en su defecto dar marcha atrás a algunas reformas estructurales que han sido sumamente impopulares entre la población, como la reforma educativa y la energética.
Han pasado ya 5 años desde las reformas, recordamos se incorporo la definición de trabajo decente, que considera el respeto a la dignidad humana, la no discriminación por razón de género, preferencia sexual, discapacidad, raza o religión y acceso a la seguridad social.
Un aspecto, quizás el mas importante y poco conocido en esta administración, es la acreditación al trabajador de manera oficial por parte del servicio nacional de empleo, en conjunto con la secretaría de educación, de un régimen de certificación laboral aplicable en toda la República, con el cual el trabajador puede comprobar conocimientos, habilidades o destrezas que requiere para la ejecución de una actividad productiva, de esta manera supera la informalidad al lograr contar con el amparo de una documentación necesaria para demostrar conocimientos profesionales sin haber pasado necesariamente por las aulas escolares.
Igualmente, los gobiernos que han tenido las riendas administrativas, han dejado saldos positivos en algunas áreas, la de Felipe Calderón es recordada por el Seguro Popular que dio acceso a la salud a un sector de la población que carecía de ese servicio con carácter de humano.
El poder que aun goza el presidente en plenitud, que no ha dejado de lado y cuenta con la capacidad para promulgar decretos como el tan comentado que tiene que ver con la explotación de recursos hídricos en fechas recientes, se manifiestan quizás como los últimos movimientos políticos, donde gradualmente estará partiendo con el ocaso del sexenio, hasta llegar al 1º de diciembre.
Algunos programas y reformas sobrevivirán después del día primero del mes de diciembre, en la continuidad del nuevo régimen, pero otros ya no serán mas y en la nueva administración federal; veremos que es lo que el sexenio nos dejó.
De esta nueva administración mucho se esperará, muy altos los niveles de esperanza que serán demandados por la mayoría ganadora electoral, donde la letra pequeña y quizás la que será la mas importante en el contrato electoral, es el lograr incorporar e incluir a las clases opositoras y consolidar una reconciliación nacional.
Querido lector tenga un excelente fin de semana, sugerencias y comentarios:
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