Más allá del “apapacho” y el espaldarazo, de senadores, diputados federales, locales, incluso de los líderes de Movimiento de Regeneración Nacional, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA debería enfocarse más al cierre de sus actividades como candidato a la gubernatura.
Pareciera desconocer lo que está en juego en una elección como la programada para el domingo cinco de junio en Tamaulipas y más, cuando tiene un antecedente priísta, que por espacio de varias décadas gobernó la entidad.
AMÉRICO está recibiendo un apoyo desproporcionado, un fortalecimiento hacia su campaña como candidato, pero que al final de cuentas no le reditúa en votos, porque de todos con los que se reunió en el Senado de la República, sólo el sufraga en Tamaulipas.
Y si bien pudiera fraguarse una elección de Estado por el partido en el poder, es decir Acción Nacional ¿De qué se asombra?
Lo mismo haría Movimiento de Regeneración Nacional si en sus manos estuviera una gubernatura, cuyo periodo para el que fuera electa, terminara el último día de septiembre.
Es decir, es normal que quien esté en el poder se aferre a no perder el control. Lo mismo haría el PRI, Morena o cualquier otro partido político.
Con tanta muestra de apoyo, espaldarazos y apapachos, pareciera que AMÉRICO VILLARREAL ANAYA no se siente seguro de la ventaja que aduce tener.
Muestra miedo, temor e incertidumbre, cuando en todo caso, debería sentirse seguro, confiado, firme en su deseo de gobernar el Estado en caso de que el voto le favorezca el domingo cinco de junio.
Sin embargo, muestra preocupación por el tema de los hermanos CARMONA ANGULO y sus vínculos. Incluso, por lo que podría venir contra su hijo, por eso de la transferencia bancaria y otros negocios desde Holanda.
Y podrá tener razón AMÉRICO en preocuparse, pero conforme avanza el tiempo, no habla claro, ni con la almohada.
A días de que termine el periodo para hacer campaña, VILLARREAL ANAYA debió tener claridad en torno a posibles vínculos con los hermanos CARMONA ANGULO, presuntos contrabandistas de huachicol. Aceptar o deslindarse. Una mala amistad la puede tener cualquier y no por ello tiene que pagar un costo político.
No obstante, lejos de aclarar y poner punto final a este tema, el candidato de la coalición “Juntos Hacemos Historia por Tamaulipas” mantiene una posición opaca, que está contaminando su campaña, a días de la elección.
La política es sucia y sino desea ser objeto de ese y otro tipo de señalamientos, mejor no se hubiera metido a la contienda y peleado la candidatura a gobernador.
Por esos insistimos, AMÉRICO debería mantenerse firme, aguantar la campaña de intimidación o la persecución política y seguir adelante.
Recurrir a los líderes del partido Morena, a gobernadores, senadores, diputados federales, locales, alcaldes y demás no habla bien de una persona que quiere gobernar un Estado como Tamaulipas.
El Estado requiere de un gobernante de mano firme, decidido, seguro, convencido, sin miedo a enfrentar los retos. En fin.
alfredoguevara0@gmail.com