El inicio de la administración municipal en Victoria no ha sido fácil, producto del desastre que dejaron en los últimos tres años, el ex alcalde XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI y luego PILAR GÓMEZ LEAL, tanto en la zona urbana como en los ejidos que pertenecen a la Capital del Estado.
Las condiciones deplorables en que se encuentran algunos aspectos en materia de vialidad, bacheo y limpieza pública no se van a solucionar en el corto plazo y eso habrá que entenderlo, sobre todo, cuando se requiere de una elevada inversión que no tiene el Ayuntamiento de Victoria y que no le quiere apoyar el Gobierno del Estado, por ser de extracción Morenista.
Derivado de lo anterior, tendrá uno que irse haciendo a la idea, de que las cosas van a mejorar con la llegada del alcalde EDUARDO GATTÁS BÁEZ, pero se llevará su tiempo.
Cualquiera otro que hubiera llegado a la alcaldía, de los que compitieron en la pasada elección concurrente tampoco lo hubiera logrado en el corto tiempo, incluso ni PILAR, que pretendía darle seguimiento a un gobierno municipal que ya venía con pudrición y por más que le inyectaron promesas e ilusiones, el fruto se echó a perder.
Quizá por ello, EDUARDO GATTÁS BÁEZ dejó de lamentarse y de cierta forma, ya no culpar a los del pasado de las condiciones en que dejaron a la Ciudad y hacer frente al reto, al compromiso y la obligación de responder a la confianza que la gente depositó en él, durante la contienda de 2021.
Por ello, el pasado fin de semana acudió a cinco comunidades rurales del norte de Victoria en las que supervisó y entregó algunas de las acciones que habían pedido los habitantes de estos ejidos. Es decir, dio respuesta.
En esos poblados, se rehabilitaron juegos infantiles, se chapoleó, pintaron plazas públicas y salones de actos de usos múltiples, se mejoró la red de alumbrado público, se rastreó calles, ampliaron y nivelaron caminos para que los accesos y el traslado sean más rápidos.
Una de las peticiones más socorridas fue el tema del agua.
La gente se sintió contenta ya que en boca de ellos, desde hace muchos años que los alcaldes no se paraban en estos ejidos, sólo iban en campaña y hacían sus promesas.
Entre otras acciones, se rehabilitó todo el alumbrado público en el ejido Santa Clara, desde la carretera hasta el final del ejido que es el acceso principal.
En el eje vial, anduvieron cuadrillas de trabajadores del municipio que realizaron labores de chapoleo o limpieza que con el paso de los meses, se acumuló y nadie se encargó de atender este renglón.
Podrán ser acciones menores, pero que al final de cuentas, son aspectos en los que no se les ponía atención y vendrán a mejorar el entorno urbano de la Ciudad.
Regresar al estatus que tenía Ciudad Victoria, Ciudad limpia, Ciudad amable, desde luego que se llevará su tiempo.
Sin embargo, lo que necesitaba la ciudad ya se está observando, tanto en la zona urbana como la rural. En fin.
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