Posterior al ocho de agosto, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI estará en condiciones de emitir convocatoria para el proceso de selección del presidente y secretario general del Comité Directivo Estatal en Tamaulipas. YAHLEEL ABDALA CARMONA y JOSÉ BENITES RODRIGUEZ, respectivamente fueron electos por la dirigencia nacional del Partido, para que hicieran frente al desarrollo del proceso electoral que terminó con la elección de diputados locales el pasado dos de junio, en el que el PRI no ganó ninguna de las 22 diputaciones en juego por el principio de mayoría relativa y en espera de que le asignen por el de representación proporcional. ¿Nueva Experiencia? ¿Fracaso? ¿Malos resultados? ¿Fue una elección “atípica” la de diputados? El término lo elegirá cada quien. Lo cierto es que YAHLEEL y BENITES tendrán que dejar la presidencia y la secretaria general, respectivamente. De los dos, la más beneficiada es ABDALA CARMONA, porque al margen de la votación que obtuvo el Partido y haber perdido las 22 diputaciones en juego, es la que tenía y tiene asegurada una diputación en la próxima legislatura del Congreso local. No terminará el año, cuando el PRI tenga un nuevo presidente y secretario general del Comité Directivo Estatal. De hecho, quien aspira a ese cargo partidista lo es ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO, un priista con experiencia, capacidad y conocimiento, que no solo está enterado de la problemática que pudiera tener el partido al interior, sino con la valentía, la bravura, el coraje y el esfuerzo que se necesita para levantarlo, de la tercera posición, como fuerza política, en que lo dejara YALEEL ABDALA y Pepe BENITES. Habrá que decir, que ENRIQUE es la persona que necesita el PRI, es decir, un cuadro entregado cien por ciento a la dirigencia, sin un manejo a control remoto como sucede actualmente desde Nuevo Laredo. Que le dé vida a los sectores y organizaciones, que le permitieron al Partido alcanzar los primeros niveles de popularidad. ¿Dónde está la CNOP? ¿A qué lugar se fue la Confederación de Trabajadores de México o sector obrero? ¿Qué lugar ocupa el Movimiento Territorial? y otras organizaciones y sectores que se perdieron ante la falta de un liderazgo, que pudiera decirse, utilizó las siglas del Partido para alcanzar un escaño más. Habrá que decir, que al interior del Partido hay molestia, inconformidad y malestar por como se están haciendo las cosas. Desde luego que muchos priistas prefieren callar y reservarse de hacer cualquier comentario. Otros dejaron de trabajar y algunos más, entre los que ya se fueron, han preferido emigrar hacia otras corrientes políticas como Morena. La votación que el PRI obtuvo en la última elección de diputados locales, de casi 89 mil votos es una clara señal de que la popularidad del PRI viene en caída libre y si no se empieza a trabajar desde ahora, del piso pocos lo van a levantar. Por eso es importante que el PRI empiece a dar señales de vida, desde que el CEN emita la convocatoria para Tamaulipas. Tanto YALHEEL como Pepe BENITES tuvieron la oportunidad de dirigir al Partido y han terminado con resultados adversos. El siguiente paso es hacerse a un lado, sobre todo ABDALA CARMONA, como en su momento lo hizo RAFAEL GONZÁLEZ BENAVIDES para dar paso a la llegada de un nuevo presidente estatal y secretario general. De otra forma, a las inconformidades planteadas por priistas como ROBERTO GONZÁLEZ BARBA se irán sumando otras y eso no le conviene al priismo. Si realmente se desea rescatar lo que queda del PRI en Tamaulipas, atrás debe quedar el resultado de la última elección en Tamaulipas y empezar a hacer ruido, sobre todo los que aspiren a la presidencia y secretaría general del CDE del PRI. Es tiempo de que se recupere también el distanciamiento que existe entre YAHLEEL ABDALA y quienes representan los diferentes medios de comunicación, ya no tan solo los de prensa escrita, radio y televisión, sino los portales informativos y quienes tienen espacios en redes sociales. Tema aparte, diremos que YALHEEL ABDALA solo encaró a medios, cuando se tuvo la visita de integrantes del CEN del PRI. De ahí en fuera, durante todo el proceso de promoción al voto, es decir 45 días, la todavía presidenta del PRI se alejó y nunca se dio tiempo para ofrecer una rueda de prensa, sobre el avance de la campaña y el “arrastre” que pudieron haber tenido sus “cartas fuertes” para cada uno de los 22 distritos. Vaya, ni siquiera denunció o asumió posturas, no obstante a todo lo que se vio y vivió durante el periodo de campaña, en el que extrañamente guardó silencio. En fin.
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