Ecos de la mañanera en Tamaulipas.

Fue una mañanera en Ciudad Victoria de dos horas y once minutos, la segunda en Tamaulipas, la anterior había sido en Reynosa el 28 de agosto del 2020, que duró una hora cincuenta minutos; en la primera el entonces gobernador incómodo Cabeza de Vaca dio un discurso de 19 minutos con 24 segundos, comparativamente con el que dio ayer el doctor Américo, que fue de 5 minutos con 5 segundos en un ambiente diametralmente opuesto a la anterior conferencia de prensa; en la de la capital hubo tres acentuados elogios del presidente AMLO al flamante gobernador Villarreal y en la anterior con el panista cero.

Ahí estaba en el estrado del 77 Batallón de Infantería el presidente AMLO dando la bienvenida a la prensa y siete sillas acomodadas para el gobernador Américo Villarreal; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; la secretaria de Seguridad, Rosa Isela Rodríguez; el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval; el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Duran; el canciller, Marcelo Ebrard y el director de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio.

Participaron con sus preguntas seis periodistas: Francisco Rojas, Miguel Arzate, Martha Olivia López, Sara Pablo Nava, Fernando Acuña y Carlos Domínguez. Fueron en total catorce preguntas que el presidente respondió después del informe de seguridad del general secretario Luis Crescencio Sandoval, que dio números que dejan a Tamaulipas, comparativamente con otros estados de la república, muy bien parado.

Cabe señalar que afuera del recinto la algarabía de muchos de los que no pudieron entrar a la conferencia, yo entre ellos, era una mezcla de ánimos, pues había quien estaba presente solo para brindar su apoyo al presidente AMLO, otros que anhelaban la oportunidad de verlo para entregarle sus peticiones de diferentes tópicos. Había incluso quienes hicieron acto de presencia con el solo deseo de verlo pasar frente a sus vidas. Hubo quien me dijo con cierta devoción que me impresionó: “Así sean solo 10 segundos en lo que pasa su automóvil frente a mí, me doy por bien servido”.

El presidente AMLO andaba de plácemes, pues ahora estaba en Tamaulipas con un gobernador con quien ya no tiene diferencias políticas, andaba vestido de traje y corbata, muy diferente vestimenta a la que había tenido en la anterior mañanera con el gobernador que se fue, quien desde un lugar indefinido quiso hacer acto de presencia virtual por medio de Twitter queriendo darse el crédito de los números optimistas en el tema de seguridad. Su inmensa necesidad de reconocimiento no lo abandona.

Querido y dilecto lector, algo que me pareció digno de mencionar es el ánimo del gobernador Américo Villarreal para evitar cualquier rijosidad contra su antecesor, pues en la participación de la segunda persona que preguntó, Miguel Arzate, el periodista aludió a las pésimas finanzas del Estado que dejó la anterior administración, un cuestionamiento que le ponía al doctor la escena puesta para mencionar toda una retahíla de comentarios en contra del panista, pero más bien optó por simplemente decir que lo que sigue es mirar hacia adelante y que Tamaulipas debe estar tranquilo porque cuenta con el apoyo del Gobierno Federal para los compromisos inmediatos del Estado.

Hubo frases muy reveladoras de parte del presidente AMLO que nos hacen una descripción muy nítida de como estaba de maltrecha la relación con el panista rijoso tales como: “A falta de coordinación con el gobierno anterior no se abandonó a Tamaulipas”, “Un pueblo como Tamaulipas, tan sufrido merece un mejor destino”, “Lo que más ha fallado a Tamaulipas es la corrupción”, “La corrupción es una peste y eso es lo que tenía a Tamaulipas en el retraso”.

Hoy el hecho de tener con el doctor Américo Villarreal un gobierno afín con el centro hace que las expectativas para nuestro Estado sean muy altas, pues de doce megaproyectos sexenales que se le presentaron al presidente AMLO para Tamaulipas, dio su anuencia a todos. El momento y la circunstancia política nos favorecen, esperemos que la realidad futura se una con el entusiasmo presente.

El presidente AMLO jugó con su narrativa y me hizo ir al diccionario para entender un concepto que mencionó con respecto al tema de las Guacamayaleek, en un malabareo retórico dijo que la guacamaya había salido más bien zopilote y que la intención de afectarlo había salido “Puque”. Dijo que solo Adán Augusto entendía la palabra. En algunas zonas de México se usa este término con el sentido de podrido, referido más bien a un huevo.

Los Tamaulipecos estamos expectantes para que este amor mutuo entre los gobiernos federal y estatal se traduzca en verdaderos beneficios tangibles e inmediatos; esperemos que la mesura y la diplomacia del doctor Américo Villarreal marquen la diferencia.

El tiempo hablará.

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