Al grueso de los mexicanos, se nos hacía imposible que nuestro país pudiera transitar a las condiciones de retroceso, anarquía y descomposición que se viven en lugares como en Venezuela, con gobiernos populistas.
“Aquí es distinto, eso no puede pasar”, pensé y escribí en distintas ocasiones; ya no estoy tan seguro.
El caos provocado ayer por el cierre de carreteras orquestadas por grupos campesinos, preocupados y afectados por las políticas agrarias federales, es apenas un discreto reflejo de lo que se nos viene encima, si la administración pública central no reconsidera.
Y no tiene la intención de hacerlo, según el dicho del Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, quien en otro alarde de poder e inconciencia, las vísperas advirtió que “no va a ceder ante presiones de nadie”.
De los catorce estrangulamientos carreteros anunciados con antelación, cinco correspondieron al territorio tamaulipeco: en El Habrá, municipio de El Mante; en el libramiento de González; en Tula; en la bifurcación Reynosa-Matamoros, de San Fernando y en el Puente de Nuevo Progreso, en Río Bravo, los campesinos salieron a manifestarse.
El transporte de pasajeros en esas rutas, suspendió servicios; otros transportistas de carga y automovilistas ciudadanos que no se enteraron de las protestas, se quedaron varados en la carretera, multiplicando las afectaciones personales y empresariales.
Todavía hubo los segados militantes y dependientes que se atrevieron a condenar la manifestación y ensalzar las políticas del gobierno pejista, aunque fueron más quienes, con todo y el lamento por el daño causado, reconocieron el derecho de los productores del campo.
Las secuelas de estas movilizaciones serán cosa de nada, cuando el campo deje de producir porque sus actividades dejarán de ser rentables, ante la falta de apoyos compensatorios.
En todo el mundo, la actividad agropecuaria es subsidiada, porque es un principio elemental de soberanía; depender de las importaciones para el consumo alimentario en una fórmula de corto aliento que enfila a una debacle general.
Seguir los pasos del actual gobierno central, anunciando apoyos directos, personales, para quienes viven en el campo -que no se han cubierto-, es otro aliciente a la improductividad y una condena a la miseria general, en un primer plano; enseguida, no habrá ni para pagar esos “bonos”.
Si hoy son los campesinos los que salen a la calle a reclamar justicia, pronto lo será la ciudadanía en general, porque de la afectación no habrá quien se salve.
¿De qué tamaño quiere el Presidente AMLO la presión para reaccionar y corregir sus políticas erráticas?
Como el campo, igual las micro, pequeñas y medianas empresas, que general el mayor número de empleos en el país, han sufrido la cancelación de los apoyos que les daban dinamismo y prevalencia.
El galopante desempleo es evidente y la respuesta institucional ha sido la cerrazón, la justificación, el engaño, sobre estados ideales que solo en la mente del Presidente existen.
Pensando solo en votos, ya no resulta tan descabellada la idea de que pudiera querer perpetuarse en el cargo, más aún, con el ensayo bajacaliforniano, donde al Gobernador -de su partido- electo por dos años, con la manipulación del Congreso Local se decidió prolongar la gestión para cinco años.
¿Hasta dónde?… ¿hasta cuándo?
La injusticia, el abuso me frustra, más, cuando soy la víctima.
Cada que recibo cobros exagerados, por servicios de internet, vuelvo a preguntarme qué hacen los miserables diputados, que van a la cámara solo a votar lo que manda el Presidente, dejando el saqueo a los ciudadanos a merced de pulpos empresariales, prohijados por el propio Estado.
Hasta campaña hicieron, gobierno y legisladores, cámaras y partidos, con la limitación del cobro de larga distancia, en la telefonía celular, pero en los hechos, los cobros jamás disminuyeron.
Por el contrario, concedieron un pretexto más al tal CARLOS SLIM, para inventar cualquier cantidad de nuevos cobros y seguir ampliando sus cuentas personales, hincándole el colmillo a los clientes, con las excusas que el Estado le concedió.
Así, los aparatos subieron su costo de manera escandalosa, se impusieron pagos por “seguros” de manera unilateral; si quieres poner un límite, para cuando “se agoten” los megas del internet contratado debes pagar otra cuota, porque especialmente, tienen la libertad para hacerte cargos extraordinarios por “servicios de internet”, por cuanto y cuando quieran.
Y lo hacen cada que se le hincha la gana al dueño, para quien los insultos de mi repertorio se hacen pocos.
Personalmente, de las cinco cuentas de celular que manejo, al menos dos reciben cargos por esos conceptos entre enero y febrero, cada año, para que el SLIM salve su cuesta de enero, aunque a mí me aparezcan las primeras deudas del año y se me retuerza el hígado.
La novedad es que en medio de la inminente crisis, el amo y señor de los teléfonos ya está “refaccionándose”, con nuevos sobrecobros a los clientes y no hay quien le ponga un alto.
Al menos en una de mis cuentas, de los últimos tres meses me han ido cargando cobros de manera creciente por “servicios de internet” y si no he ido a la PROFECO es porque, la última vez que lo hice, me trajeron dando vueltas y al final como quiera tuve que pagar.
Cancelaría la cuenta, pero por esa tolerancia cómplice, criminal, de las autoridades de nuestro país, el mugroso SLIM puede no solo obligarte a pagarle el servicio por los meses que faltan del contrato y no te prestará; además debes pagarle “una multa” del tamaño que se le antoje, impagable, en la depresión económica que nos encontramos.
Y también la autoridad en su momento presumió que “ya no había contratos forzosos”.
El monopolio de la fibra óptica, que igual le concede el Estado, le permite mantener a sujeción las demás empresas del ramo, para acotar tarifas y calidad del servicio, en otra concesión monopólica.
Aunque el gobierno dispone incluso de una red más amplia de fibra óptica, empatada con la red de distribución de energía eléctrica, no se ha transitado a la regulación por esa vía, dejado que ese sujeto/empresa mantenga el robó permanente sobre los nacionales.
Mientras el gobierno, los legisladores y la sociedad organizada hace lo propio, no nos quedará más que seguir desahogando en estos espacios, quienes tenemos acceso a ellos, ante la frustración y el enojo por tanto robo tolerado.
Entre quienes no se fueron de vacaciones, la Delegación del ISSSTE en su clínica-hospital de Victoria realizó la Primera Reunión Estatal de Enfermería, en la que participaron jefas de enfermeras y coordinadoras de enseñanza de enfermería de las unidades médicas del estado.
En el Centro Universitario Tampico-Madero de la UAT, también se realizó un Simulacro de “Accidente de Vehículo Incendiado” en el estacionamiento del Gimnasio Multidisciplinario, con la participación del área sectorial de protección civil interna, con instituciones y empresas de la localidad.
Igual integrantes del Campamento Infantil de Verano de la UAT fueron instruidos previamente sobre el programa, para que los niños tuvieran conocimiento del simulacro y protocolos a seguir en un caso de accidente.