Alcalde sin gracia

No se sabe qué es lo que más le molesta al alcalde Xicotencatl Gonzalez Uresti; que los medios expongan públicamente sus presuntos actos de corrupción y nepotismo o que critiquen sus ridículos videos de bailarín frustrado.

El edil capitalino formalizó la semana previa una demanda civil contra el periódico El Mercurio de Ciudad Victoria “por daño moral, político y familiar”.

No hace falta que los medios lo digan cuando el fracaso es evidente. La ciudadanía -toda- padece a diario las deficiencias de su gobierno con una agravada crisis de desabasto de agua que detona en protestas públicas todos los días.

Habría que sumar el hartazgo ciudadano por las destruidas calles, la ineficiente recolección de basura y la falta de alumbrado público que que está multiplicando los delitos.

¿Que así le dejaron la ciudad? Puede ser, pero han transcurrido nueve meses de su gobierno y no se observa una solución ni a mediano ni siquiera a largo plazo.

Xico es una decepción. El gobierno del Estado tuvo que entrar al rescate de Victoria con una programa intensivo de bacheo para recuperar la movilidad en las calles y, organismos civiles como la Congregación María Trinitaria, le entraron al subsidio de tinacos en apoyo a las familias de escasos de recursos que se están ahogando entre la falta de agua y el intenso calor

Sus desatinos lo recomiendan. Cerró la calle Hidalgo y quebraron varios negocios. Intento cobrar la recolección de basura y los ciudadanos alzaron la voz.

Ahora, la estrategia de alcalde es callar a los medios.

A finales del 2017, Juan Diego Guajardo confirmó que la población quiere soluciones y no funciones de circo en la administración pública.

El entonces alcalde de Río Bravo saltó a la fama nacional con videos en los que mal cantaba y peor bailaba. Fue duramente criticado. Se hizo viral pero a la postre perdió la oportunidad de la reelección.

En medio de las -cada vez- más competidas contiendas electorales, la mejor recomendación es el trabajo. Lo mejor para un político es mantener un comportamiento responsable y dar resultados y no recurrir a desfiguros públicos sobre todo cuando ni gracia tienen.

Y aunque no canta y no baila pero igual causa polémica, el presidente Andres Manuel López Obrador desató la ira de los tuiteros al trascender su “noble” acción de regalar 30 millones de dólares a El Salvador.

Los ciudadanos cuestionan la reducción de recursos a los servicios de salud, la trasquilada al presupuesto de guarderías infantiles y los acortados dineros hacia la Seguridad Pública.

Los tuiteros no perdonan la decisión del presidente que mientras Los mexicanos siguen contabilizando las crecientes necesidades básicas, el Presidente anda regalando lo que no es de él.

maribelvillarreal@hotmail.es

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