Resulta que Francisco García Cabeza de Vaca habría abandonado el país desde el 28 de septiembre y que ahora está cómodamente instalado en Dallas para evadir la justicia.
Los datos fueron revelados la mañana de este jueves por Ciro Gómez Leyva, uno de los periodistas “favoritos” del “ex”gobernador del Estado.
Mintió cuando dijo que estaba en su rancho en Tamaulipas, (aunque no dijo en cuál de todos) y mintió cuando dijo que no acudió a la toma de protesta de Américo Villarreal porque no lo habían invitado.
Cabeza de Vaca tenía bien calculada la fuga.
Sin embargo, el nuevo intento de la Fiscalía General de la República se da en circunstancias totalmente distintas y adversas para el “ex”.
Sin fuero y sin los recursos que le proporcionaba el aparato estatal, Cabeza de Vaca puede ser detenido por los delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada y defraudación fiscal.
La noticia de la alerta migratoria emitida la tarde del miércoles por el Instituto Nacional de Migración, generó la esperanza unánime de justicia.
Los tamaulipecos, los que sufrieron las consecuencias de un sexenio abusivo y represor, que fue incapaz de atender las demandas de la colectividad, reiteraron en redes sociales la exigencia de una pronta actuación de la Fiscalía.
La postura de la dirigencia nacional del PAN, de los senadores del PAN, de los diputados del PAN y de los amigos y socios del “ex” de acusar persecución contra los opositores, no tiene ninguna validez.
Los damnificados son los tamaulipecos. A los otros solo los mueven sus intereses políticos.
El Gobernador Américo Villarreal dijo ayer que se trata de un asunto de competencia federal pero, que también se están revisando las condiciones financieras en las que dejó al estado.
A su llegada a Palacio de Gobierno, dijo que poco a poco los nuevos funcionarios están tomando posesión de sus oficinas y revisando cada una de las áreas.
Junto a la alerta migratoria, la Fiscalía General de la República solicitó una ficha roja a la Interpol para su localización y en dado caso, su detención.
En su imaginación desbordada, el “ex” cree, supone y sueña, que la nueva embestida del Gobierno Federal le dará el escenario para emprender -ahora desde el exilio- otro intento por la candidatura panista a la Presidencia de la República en el 2024.
Lo mismo pero, sin orden de aprehensión encima, proyectó Tomas Yarrignton en el 2006. Hoy está preso por lavado de dinero en una cárcel de máxima seguridad en Texas.
Las coincidencias se están acumulando.
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