Pregunta seria; ¿Si el PRI estuviera en su época de gloria habría lanzado los mismos candidatos en la elección del pasado 6 de junio?
Obvio no, y la verdad es que el presidente del Comité Directivo Estatal de Tamaulipas, Edgar Melhem batalló para conseguir candidatos para cubrir todas las plazas.
Es cierto, en muchos casos tuvo que convencer a sus amigos.
Viene a cuento lo anterior por las reiteradas críticas que en ese sentido ha recibido el líder estatal a quien le tocó, hasta ahora, la época más complicada en la historia del tricolor en Tamaulipas; sin credibilidad y sin dinero.
En esta última elección arreció la desbandada. Políticos que al amparo de sus siglas hicieron nombre y fortuna se fueron al PAN, algunos para ganar como Oscar Almaraz, diputado federal electo por Ciudad Victoria, otros para perder como Yahleel Abdala y Monica González en Nuevo Laredo y Matamoros respectivamente.
Otro ejemplo es Jesus de la Garza. El ex alcalde priista de Matamoros, hoy director de la API se sumó públicamente -e integró a todo su equipo- a la campaña de la candidata panista a la alcaldía Ivett Bermea.
¿A poco Paloma Guillen pensó que le ganaría a Chucho Nader en Tampico? o ¿A poco Benito Saenz tenía oportunidad de llegar a la alcaldía de Reynosa en una lucha desigual con adversarios que lo tenían todo y lo usaron a manos llenas?
En Matamoros, el orgulloso bastión priista de otros tiempos, Peluco apenas obtuvo 14 mil votos, con esos no hubiera ganado ni una diputación local. Los legisladores electos de MORENA generaron más de 15 mil.
Pedro Luis Coronado perdió abrumadoramente ante la reelección del alcalde Mario López. Se fue a un muy lejano tercer lugar.
Un priista de harta experiencia en el sur, recomendó la participación de los grandes personajes del PRI en los municipios en el afán de motivar el voto ciudadano. Se hizo el intento pero nadie quiso entrarle.
Haya sido como haya sido, el PRI de Edgar Melhem estuvo presente y compitió en todas las plazas. Nadie puede regatear el valor de los candidatos como Cristabell Zamora en Nuevo Laredo, Alejandro Montoya en la capital de Tamaulipas o Adolfo Martínez en Ciudad Madero entre muchos otros.
Claro que el PRI perdió el 6 de junio. Entre el poderío del PAN y el posicionamiento de la marca MORENA no había manera de ganar y por eso los connotados personajes de la época de gloria -esos de fama y fortuna- decidieron irse o quedarse sentados como meros espectadores.
Si, el PRI perdió el 6 de junio pero está vigente para el 2022. En la elección por el Gobierno de Tamaulipas podría ser factor decisivo por eso la expectativa de una inminente alianza, la cuestión es ¿con el PAN o con MORENA?. Ese es temprano para saberlo.
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