Conocí a Oscar Sobrevilla (OS) en el ambiente de la Televisión en Matamoros. Es todo un personaje de nuestra región, un hombre sencillo y transparente que se puede afirmar sin la menor duda que es de la cultura del esfuerzo y la perseverancia.
Me llama la atención que es un personaje muy seguido en redes sociales. Puede poner un simple “Buenos días” en su muro y en muy poco tiempo tiene más de 500 likes. Este simple dato me sembró la curiosidad para conocer más de esta persona que además de gran comunicador es un sincero creyente en Dios y un hombre entregado a su esposa y sus hijos.
Nació el 15 de marzo de 1969 en Naranjos, Veracruz, hijo de don Alfredo Manuel Sobrevilla Florencia y doña Celia Blanco García, con quien se casó en segundas nupcias, y a quien llegó a su vida con siete hijos a cuestas, medios hermanos del Capitán Tormenta y a quienes doña Celia terminó de criar como si fueran suyos, de ese tamaño fue el amor por su entonces flamante marido, con quien procreó otros once hijos de donde OS es de los más chicos.
Para entender mejor la biografía de OS es necesario mencionar a la madre de su papá. Don Alfredo Manuel fue hijo de una mujer sumamente dominante, matriarcado total, una señora muy pudiente de una solvencia económica indiscutible producto de su esencia como terrateniente en Veracruz; hacendada con revolver a la cintura, cuyo nombre cabría en cualquier novela colombiana pues evoca al realismo mágico de Gabriel García Márquez, doña Flora Florencia de Castro. La incontinencia de su vástago por las mujeres se tradujo en 24 nietos para ella, solo de su hijo mayor, además de los de sus hermanas Conradina y Rosalía, tías de nuestro personaje.
Los hijos fuera de matrimonio los educaba doña Florencia y debido al superlativo don de mando que tenía ella, tomaba muchas de las decisiones de todos los nietos, hecho contra el cual nada hacía don Alfredo por comodidad, conveniencia y para llevar la fiesta en paz con su madre, quien era fundamentalmente la proveedora de bienes de toda su prole.
Debido a ese ritmo frenético e incontrolable de procreación del padre de OS, él tiene medios hermanos muy mayores, una de ellas de 88 años, Dora Sobrevilla, quien al trabajar como cajera de banco en Tampico pudo conocer a un alemán con quien se casó y se fue a vivir a Alemania.
Hizo hasta tercero de primaria en una ranchería cerca de Naranjos, de cuarto en adelante se fue a estudiar a Tampico viviendo con su hermana Rosaura quien tenía una tienda de abarrotes en la que OS trabajaba para ayudarle y hacerse de unos cuantos pesos. Tiempo después, cuando inició la secundaria, su hermana se va a vivir a Matamoros y es cuando Sobrevilla comienza a desarrollar su esencia precoz frente a la vida, desde esa etapa, obligado por las circunstancias comenzó a cocinar y a hacer el aseo de su casa, incluso llegó a trabajar como cerillo en Comercial Mexicana de Tampico, eso le dio mucha seguridad pues a pesar de las adversidades el mundo no se le cerraba.
OS recuerda que el hecho de ser dos jóvenes, él y su hermano, viviendo solos en Tampico, era invitación para que algunos de sus supuestos amigos los visitaran para hacer cosas indebidas, pero ellos jamás cayeron en actos vergonzosos. Recuerda con cierto asombro y nostalgia que esos mismos “amigos” en una ocasión se metieron a asaltarlos con arma blanca, los dejaron que se llevaran todo, a Sobrevilla le robaron hasta los calcetines, pero sin lastimarlos. Esta fue la primera señal y deseo de dejar Tampico.
Con la costumbre de vida sumamente matriarcal en donde la palabra de la abuela tenía más peso que la del padre, cuando OS externó su deseo de irse a estudiar a la UNAM en la Ciudad de México, doña Florencia, influenciada por las explosiones de San Juanico en noviembre de 1984, más que sugerir, ordena a su hijo que su nieto no estudie en la capital del país, que mejor se vaya a Matamoros con su hermana Rosaura. Cuando él escucho esta postura de su abuela no se frustró, sintió alivio, pues más que anhelar estudiar en la capital del país lo que quería era probar su libertad. Y de esta manera, por la influencia de su abuela, en 1985 llegó a Matamoros a sus 15 años para vivir en la calle Canales entre 3 y 4, una dirección bastante musical, a lado de Fonocolor.
Así inició sus estudios en la preparatoria Ricardo Flores Magón, cuando estuvo ubicada en la Tamaulipas y Alhelíes. La muerte de su abuela y su padre en su primer año le templó el carácter y le trajo madurez; concluyó su preparatoria para posteriormente entrar a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Matamoros, tiempo en el cual la economía comenzaba a ser complicada y la necesidad de trabajar lo obligó a dejar la carrera trunca; se empleó como muertero en Funerales Rosario, en frente del IMSS de la Sexta, donde estuvo un año.
Después de este trabajo conoció a una persona que lo introdujo en el mundo de las producciones de video, Miguel Trejo Arrona, con quien incluso vivió por un tiempo. En el inicio de los 90s fue su primer intento de acercamiento con Televisa, pero como el trabajo de video era mucho, Miguel Trejo lo disuadió para que continuara con él y lo dejó pasar.
En 1992 hubo un drama político que indirectamente fue lo que lo catapultó a Televisa. En la elección para presidente municipal de Tomás Yarrington, Sobrevilla fue asignado por su jefe Trejo a llevar una cámara al Consejo Electoral donde aparentemente todo ocurriría en forma rutinaria y sin novedad. Dice:
-Todo parecía tan aburrido que me salí con la cámara en frente del Consejo al techo de una lavandería y de repente que comienza la trifulca estrepitosa e inesperada.
Hubo mucha violencia que quedo registrada en la cámara de Sobrevilla y así como lo grabó, tal cual lo sacó Jacobo Zabludovsky en el noticiero nocturno de 24 Horas. Este fue el minuto que cambió la vida de Sobrevilla, pues al llevar con su entonces jefe el video de lo sucedido, el director de Televisa en Matamoros tratando de ser agradecido le preguntó:
- ¿Qué es lo que quieres como premio?
- Una chamarra de Televisa.
- ¿Cómo? ¿Quieres una chamarra y no quieres trabajar aquí?
Al escuchar esas palabras Oscar sintió en su interior una alegría superlativa e inefable, la chispa que andaba buscando para que detonara la mecha de su vocación: trabajar en televisión. Todo esto sucedió en 1992 y en enero del 93 Oscar Sobrevilla, por primera vez, puso un pie en Televisa Noreste como ayudante de camarógrafo. Hoy hace 30 años de eso.
En menos de un año logró ascender a camarógrafo y a coordinador de programas en vivo con Sonia del Ángel, en donde hacía lo que aprendió en su anterior trabajo, musicalización y edición.
En 1998 Jorge de la Colina lo invitó al proyecto del noticiero estatal Tamaulipas con Fructuoso Sáenz y el 13 de mayo del mismo año salió por primera vez al aire a dar el pronóstico del tiempo, recuerda que tartamudeó mucho, pero como nunca evadió los retos salió adelante. Con el paso del tiempo Sobrevilla se ha capacitado en congresos de meteorología y ha crecido profesionalmente.
A finales de 1998 asistió por primera vez al noticiero vespertino de Martín Sifuentes y al momento que le tocaba a OS salir al aire para su participación, Sifuentes dijo en forma espontánea:
- Con ustedes el Capitán Tormenta con el pronóstico del tiempo.
Desde ese momento y hasta la fecha actual quedó bautizado con ese sobrenombre que penetró en el subconsciente colectivo de esta región y es como lo reconocen en la calle.
Se casó en el 2003 en primeras nupcias con Pilar Mondragón, de quien se divorció en el 2008 y con quien procreó a sus únicos hijos, Camila, muy celosa de su padre, y Oscar; pero volvió a casarse en segundas nupcias en noviembre de 2011 con Claudia Patricia González Garza, con quien lleva ya casi doce años de matrimonio.
Esta es una breve semblanza de un gran hombre que todos los días brinda a Matamoros y la región su pronóstico del tiempo, algunas veces le falla, pero siempre queriendo servir a su comunidad.
El tiempo hablará.