Cuando usted escriba una agresión, o tontería fuera de lo políticamente correcto en redes sociales, así sea de corte religioso, político, X; lo que le venga en gana, ya sea por sentido del humor, enfermedad o ansiedad colectiva, pregunto.
¿Qué podemos hacer para salvarnos de la hoguera? Aquí se los vamos a decir y gratis. No sabemos si sea suficiente para evitar una la cancelación, pero los expertos afirman que mucho ayuda, que usted coloque al término de su post, de su copy, una figura feliz, como puede ser en WhatsApp el emoji de un changuito…. ¡Listo, todo mal, desaparece!
El changuito es como el agua bendita. Si usted tiene fe, puede que funcione mucho, que funcione poco o que no funcione. Eso depende de la suerte.
Es como colgarle al post, un escapulario de San Judas Tadeo, una virgencita española de Guadalupe, o el detente que ya sabemos que en la pandemia sirvió para AMLO y para los 800 mil muertos por Covid, para nada, para nada y para rancho del expresidente.
El asunto es que hay que tener cuidado, porque la modernidad avanza y lo único que nos puede salvar de no morir en el intento, es el comer saludable, el hacer ejercicio aeróbico y de fortalecimiento de nuestros músculos. Con un ingrediente secreto que muchísimas se niegan a portar.
El sentido del humor y el sentido común, con lo que primero podemos tener coraza y el segundo, una dosis de vida adicional en este invento de quien haya sido el travieso de convertirnos en indescriptibles bacterias en el universo, en una roca a la que todos los días damos de palos.
Como no tenemos otra, aun no tenemos a Marte; vamos de salida, pero ese será el problema de los que se queden.
En fin, regresemos a lo que nunca antes habíamos vivido entre tanta hiel colectiva. Como decía bien Umberto Eco. “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”. La Stampa, junio de 2015 -medio italiano-.
Y en este lodo no hay más que dos caminos, nos quedamos con la negatividad esperando ser devorados en el corto plazo por las redes sociales, su inteligencia artificial y la llegada, ahora mismo, de la era de la sustitución de los humanos por robots humanoides o nos divertimos en el viaje.
Vamos, que volamos, y cuando estamos nunca estuvimos del todo. (Galimatías científico que sirve para todos, para la unipersonal y, por supuesto, para que el mundo del poder y todos sus miembros).
Ahora bien, todo lo contrario a las disculpas veladas del changuito de WhatsApp, que lo ponemos como ejemplo todas tienen sus similares en Telegram, Instagram, tiktok, WhatsApp como lo son ojos arrugados, una cara feliz con ojos cerrados, una cara sonriente con aureola, figuras de bendiciones o de carcajadas.
Pero bueno, yo solamente les paso el remedio y el trapito, en este mundo de disturbios mediáticos, donde lo que me llamó la atención en la semana es el regreso del pernicioso Chavo del 8. La serie para «apaciguar» los vientos libertarios de la sociedad de finales de los ochentas y principios de los setentas, donde el personaje central generado por el Roberto Gómez Bolaños es un huérfano, que vive en sociodrama en un vecindario donde todo vale, si se hace seguido de carcajadas.
Los niños agreden a los adultos, se golpean entre vecinos y los ricos son muy considerados y amables. Ya no le sigo, porque la ignorancia colectiva se puede ofender y decirme que los priístas robaban más.
Por cierto: No todos los miembros del gobierno de la Cuarta Transformación desde sus trincheras de gobiernos locales son perniciosos como la «salivalesca» oposición quiere comprobar.
Un tema es el que se ve en sumisión absoluta en los congresos y las élites, y otro muy diferente en el territorio de los estados y los municipios, donde hay ejemplos de trabajo serio, ordenado e incluso aún en la era de Andrés Manuel López Obrador.
También, veremos porque avanzamos al cierre del primer mes de la administración de Claudia Sheinbaum como Presidenta de México y no podemos todavía juzgarle por 30 días de administración.
Es su tiempo y tiene muchas cosas por las cuales lidiar. Con lo heredado, con lo endógeno al interior de la administración y sus amores cruzados y como los exigen, donde en México tenemos una oposición testimonial, por cobardía estratégica y por supuesto, con el futuro y compromisos luego de la elección del 5 de noviembre en los Estados Unidos.
Pero siempre, sin duda que, entre Trump y Kamala, las diferencias sobre México en el contexto actual no serán muy diferentes.
Nostra Política.- I will survive.
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