Victoria.- (Alfredo Guevara) La promoción de una supuesta regularización o nacionalización de autos y camionetas de procedencia Norteamérica, lo único que está acelerando es la importación de esas unidades, cuya cantidad en circulación es incalculable.
El director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores Mario Guerra González consideró que lo único que están haciendo agrupaciones como la Organización Nacional para la Protección del Patrimonio Familiar (Onappafa) es crear falsas expectativas.
Sin tapujos, expuso que el hecho de convocar a los propietarios de autos americanos a llenar un formato, con el que solicitan al Gobierno de la República regularizar las unidades, “es jugar con la esperanza de la ciudadanía”.
A la fecha, consideró que han sido múltiples las ocasiones en las que se han llamado a los dueños de esas unidades norteamericana, a los que incluso se les ha cobrado en más de una ocasión para formar parte de un nuevo padrón “sin resultados hasta ahora”.
Convino en que por ello, organizaciones como la Onappafa o bien la Unión Campesina Democrática (UCD) constantemente aducen “avances” para la regularización de vehículos “chocolates”, o bien integrando nuevos padrones “porque ese es su negocio”.
Y citó que a esas organizaciones les conviene el ingreso de más y más autos americanos, porque en la medida en que lleguen procedentes de los Estados Unidos es mayor el ingreso económico que obtienen con la venta de “placas” de cartón o plástico, además de documentos no oficiales.
Guerra González aseguró que mucha gente está atrás de este negocio, a quienes les conviene que siga creciendo la importación de esas unidades, de ahí que le estén diciendo a los propietarios “que en septiembre, que para diciembre, que ya tiene el aval del senado, que lo sabe hacienda” y otra serie de argumentos falsos.
Recordó que existe un trámite y cualquier propietario de vehículo americano lo puede hacer, para que la circulación de su vehículo sea legal, sin necesidad de recurrir a ese tipo de organizaciones que en forma constante les piden cooperación o cuotas para seguir con gestiones que en años no han logrado resultados.