Victoria.- (Alfredo Guevara) Al Declarar zona de emergencia a la Capital del Estado, como a otros municipios de la entidad por la falta de agua, lo único que se ganaría es hacer un frente común con las tres instancias de Gobierno (federal, estatal y municipal) para aterrizar inversiones que se requieren en cada población
Y es que, la situación que padece Ciudad Victoria no es privativa, sino general en el Estado y partes del país, donde los mandos acuíferos han disminuido considerablemente en parte por la ausencia de lluvias como lo es en el caso concreto de la entidad, expuso Javier Pinto Covarrubias director general de la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas (CEAT)
Convino en que no sólo se necesita hacer una declaratoria de emergencia por la falta de agua, considerado como un derecho humano, sino también mejorar la infraestructura hidráulica que no se ha atendido a través de los años como debió ser
Lo anterior, luego de que un grupo de ciudadanos, solicitarán ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) declarar zona de emergencia en la Capital del Estado por la falta de agua, toda vez que es un derecho para la población establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU)
Pinto Covarrubias refirió que también existe una falta de cultura por parte de la población y hacer conciencia de que el agua es un recurso que se puede agotar y que si bien es un derecho humano establecido por la ONU, para llevarla al usuario se requiere de infraestructura e inversiones importantes
“Si esto fuera como lo mencionan organizaciones que en todo momento merecen mi respeto, declarar zona de emergencia solo coadyuvaría a que los tres niveles de Gobierno inviertan en lo que se requiere” apuntó el director de la CEAT
En esta labor, planteó que los organismos operadores de agua y drenaje en Victoria como los demás municipios sean más responsables y asuman su compromiso, ya que la falta de mantenimiento a la red es palpable
Recordó que hay plantas potabilizadoras que ya no tienen capacidad o que su vida útil fue rebasada, además de tuberías en mal estado y ciudades en las que se extrae más agua de la que se requiere para suministrar a la población, teniendo pérdidas de hasta un 50 por ciento por el mal estado de la infraestructura hidráulica.
