El Fiscal General de los Estados Unidos William P. Barr ordeno a los jueces no permitir que algunos migrantes que han solicitado asilo obtengan libertad bajo fianza, cuya instrucción mantendrá en la cárcel a miles de ellos mientras esperan una resolución de su solicitud para permanecer en ese país.
Por su parte, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump en uno de sus resientes mensajes en un mitin de su campaña, dijo que algunas de las solicitudes de asilo eran grandes “estafas” y que los migrantes fueron recibidos en la frontera por abogados ansiosos por presentar esas solicitudes.
En advertencia de la próxima represión, el presidente dijo, “no estoy jugando”.
La orden de no darles la libertad bajo fianza no entrara en vigencia sino en 90 días, y es caso seguro que será impugnada en un tribunal federal.
En un esfuerzo de cumplir con la promesa de Trump, de poner fin al plan de “captura y liberación” en la frontera, giro la drástica orden al fiscal general para que instruya a los jueces al respeto.