Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo se suicidan casi un millón de personas cada año. Cada 40 segundos alguien se quita la vida y se cree que por cada uno que lo hace otros 20 intentaron suicidarse.
Las cifras son alarmantes y desde la misma OMS se proyecta que en 2000 la cifra de víctimas podría ascender a 1,5 millones.
«El suicidio no es un incomprensible salto desde el vacío: los suicidas le dan a la gente que los rodea suficientes avisos y margen para intervenir», advierte la OMS.
En ese sentido, la subdirectora general de Salud Mental del organismo asegura que «cada suicidio supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos».
«Es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras. Es necesario adoptar con urgencia en todo el mundo medidas coordinadas y más enérgicas para evitar ese número innecesario de víctimas», agrega.