Un primer lote de 200 vehículos, de los poco más de mil 300 que arrendará el Gobierno del Estado por un periodo de tres años, empezó a ser revisado de las condiciones físicas y mecánicas en las que llegaron, por parte de personal de Patrimonio Estatal y la Secretaría de Administración.
Entre las unidades a arrendar, si bien no vendrán vehículos blindados, un total de 120 serán para la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), 60 de ellas consideradas 4×2 y 60 todo terreno (4×4), además de nueve sankas (de reacción rápida) que será esa dependencia la que decida a donde se envían, confirmó Alejandro Mayne Valdez
El director de Patrimonio Estatal del Gobierno del Estado adelantó que de este primer bloque, se estará dando prioridad a la entrega a dependencias como la Secretaría de Bienestar Social (Sebien) y Obras Públicas (SOP), dependencias que recibieron un parque vehicular en mal estado
“Son vehículos operativos, para el campo, ya llegó un primer lote de 200 unidades, se empezó a hacer el chequeo de cada uno porque aunque son arrendados se tiene que encender el motor, sacarles foto, constatar que vengan en buen estado, para que después de ello se hable con los secretarios y nos pasen un listado de las personas que tendrán a su cargo esas unidades “aseveró.
Comentó que cada una de los secretarios, dará a Patrimonio Estatal y Administración un listado donde viene el nombre, cargo y función que realiza, la persona que en este caso traerá el vehículo oficial que a su vez, tendrá que firmar una carta de responsabilidad
En la misma, asumen el compromiso de cuidar la unidad que tendrá bajo su resguardo, estar al pendiente de las fechas en las que debe recibir el mantenimiento, la vigencia del seguro, las condiciones en que recibe el vehículo, entre otras cosas, en las que se circunscribe de una u otra forma lo que puede y no debe hacer
El arrendamiento de las unidades corresponderá a cada una de las dependencias que las reciba, las que en forma mensual por espacio de tres años, en los que al final de cuentas se tendrá la libertad de terminar el compromiso o quedarse con el vehículo, toda vez que para ese periodo ya se devaluó del valor original.