Victoria.- (Alfredo Guevara) La Secretaría de Pesca ordenará a inspectores, levantar equipo, lanchas, motores y redes que se instalan para poder pescar, amarradas en las escolleras, en el litoral del municipio de Soto la Marina, que al igual que San Fernando se presenta este problema
El titular de la dependencia Raúl Ruiz Villegas no descartó hasta la posibilidad de meter a la cárcel al pescador que de manera ilegal siga colocando esas redes, a los que incluso se les retiraría la entrega de apoyos a quien esté ilegal, ante lo que consideró como un abuso
Y es que, si bien se llevó una reunión de instituciones con pescadores y cooperativistas el martes pasado en Soto la Marina, para evitar le pesca furtiva, entre estas el alcalde, la Capitanía de Puerto, la Secretaría de Marina Armada de México y otras instancias como la Conapesca, finalmente no se cumplió.
“Ahí estuvimos, les hicimos ver lo reprobable que es colocar redes amarradas a las escolleras, estuvieron de acuerdo pero apenas íbamos llegando a Tampico y ya estaban colocando de nuevo esas artes de pesca, lo que para nosotros representa un abuso” señaló.
Confirmó que San Fernando y Soto la Marina, son los dos lugares que le dan mayor problema a la Secretaría de Pesca, por la pesca furtiva y el uso de redes amarradas a la escolleras
Admitió el funcionario no tener jurisprudencia para intervenir de manera directa y encontrarle solución a una problemática que lejos de inducir a la llegada de turistas, comensales de pescados y mariscos como otras delicias del mar, toda vez que compete a la federación intervenir en una situación de esta naturaleza.
Por ello, adelantó que en el 2019, la Secretaría de Pesca del Gobierno de Tamaulipas se peleará por la autonomía que debe tener cada Estado, para que se pueda actuar de manera local, sin esperar a que se tomen soluciones a una problemática desde las instancias federales en temas como la pesca furtiva y el uso de redes o equipos no apropiados para la captura de especies
Ruiz Villegas estimó que de lo que se comercializa en tiendas y restaurantes, por lo menos un 60 por ciento de esos productos del mar provienen de una pesca furtiva