Matamoros./ Con sana distancia, una misa a puerta cerrada y sobre todo una iglesia que solo tenia el 25 por ciento de su capacidad fue como iniciaron este día los festejos para la Virgen de Guadalupe.
Tras escuchar las Mañanitas, en punto de las 12 horas dio inicio la misa solemne que ofició Monseñor Eugenio Lira Rugarcia, obispo de la Diócesis de Matamoros.
“No se turbe tu corazón, ni te inquiete cosa alguna, no estoy aquí que soy tu madre” así como en 1531 la Virgen Morena llego a nuestro país en un momento en que se vivían tiempos difíciles y una pandemia de sarampión, la Virgen del Tepeyac cobija a sus hijos en este periodo de #COVID19.
Así mientras el obispo Lira Rugarcia oficiaba la misa en el exterior decenas de personas esperaban que se abrieran las puertas de la iglesia para poder presentar su agradecimiento a la Virgen.