Victoria.- (Alfredo Guevara) De no registrarse lluvias en los meses de septiembre y octubre, la producción del ciclo primavera-verano (en la zona sur de la entidad podría registrar una disminución, dado que sólo se tiene un avance en la siembra de los diversos cultivos de apenas un 40 por ciento de lo programado para ese periodo
El Secretario de Desarrollo Rural Ariel Longoria García admitió el retraso en las siembras, y aun cuando hubo algunas ampliaciones para diseminar la semilla en el campo, casi por finiquitar, hay algunas que está nacida la planta, aunque con la necesidad de agua para el desarrollo vegetativo de la misma
Sin embargo, consideró anticipado estar hablando de un eventual desastre agrícola, si se toma en cuenta que los meses de septiembre y octubre se han caracterizado por la presencia de precipitaciones pluviales que permitirán el desarrollo de las siembras y por consecuencia, la producción estimada
“Ya estamos teniendo precipitaciones pluviales, hay probabilidad de lluvia en el norte, en gran parte del Estado se han registrado y durante septiembre – octubre las presas se recuperan de la pérdida para que el ciclo agrícola del año que viene se tenga los riegos necesarios para cubrir la siembra de cultivos” sostuvo.
Agregó que de una u otra forma, aun con los tiempos encima, hay posibilidades de buscar otras alternativas de siembra para poder continuar con el ciclo normal
La producción del primavera verano si tendrá una baja en la producción esperada, siempre y cuando no se llegara a sembrar lo programado, no se registraran las precipitaciones pluviales esperadas para estos meses y continuaran lo elevado de las temperaturas, aceptó
Longoria García explicó que en el norte, la siembra del ciclo otoño-invierno inicia en el mes de enero de cada año y se cosecha u obtiene la producción en los meses de mayo, junio y julio.
Caso contrario en el primavera –verano del sur, cuyas siembras arrancan en junio y julio y se empieza a cosechar en diciembre de éste p enero de 2018
En este ciclo vienen contempladas cinco mil hectáreas de algodón, además de cártamo, canola, entre otros.