Matamoros a Williamsport, Pensilvania.

La Liga Pequeña de Béisbol Matamoros AC ha estado presente en el mundial de su categoría cinco veces, la primera en 1990, la segunda once años después en el 2001, la tercera fue en el 2006, una más en el 2008 y la última fue en el 2018. De esta forma han llegado al anhelado campeonato nacional que se ganó el jueves pasado y que les dio el boleto para el mundial del año en curso, 2022. Cabe señalar que éste grupo de niños ya habían sido campeones nacionales en la categoría 7 y 8 en Sabinas Coahuila en el 2018.

Hay que resaltar que en el mundial de 2008 Matamoros fue campeón internacional contra Japón, lo que le dio el pase para el campeonato mundial contra EU el cual perdió. Hoy la esperanza vuelve a renacer en un horizonte tan lejano como el mes de agosto y que nos obliga a recordar cómo se llegó a este punto.

Ese jueves tres banderas fueron testigos mudos de un juego cardiaco, ondeando con elegancia y sin pudor, eran las de los dos equipos y el estandarte tricolor de nuestra patria. La tarde de ese día de verano que se convertiría en noche en breves momentos era cálida y ligeramente ventosa.

Ante un lleno total mencionaron solemnemente el juramento de ligas pequeñas: Creo en Dios, amo a mi patria y respetaré sus leyes. Jugaré limpio y me esforzaré en ganar. Pero gane o pierda haré siempre lo mejor que pueda.

Con una entrada que envidiaría cualquier club de la liga mexicana. Los primeros para batear fueron precisamente el equipo de casa. El pitcher abridor de Tijuana fue Alexander Jiménez y el primero en batear fue el 1ª base de Matamoros, David Gómez, que después de una bola y un strike y al tercer pitcheo logró un hit que lo colocó en la primera base del diamante.

Antes del inicio de la 3ª entrada y al ritmo de la Bamba la audiencia comenzó a meterse al juego con la característica ola en las gradas, quienes se coordinaron muy bien con los que estaban en la barda del jardín, más que una ola fue un tsunami. Era como una especie de conjuro que anticipaba la entrada de la primera carrera del equipo local, que fue en esta entrada a cargo del zurdo Juan Pablo Puente.

En la parte baja de la 3ª entrada el equipo de Tijuana empató el juego con una carrera de caballito y ya con dos outs y casa llena, ante una bola que se le fue hacia atrás al cátcher, el jugador del equipo visitante que pisaba la 3ª base inmediatamente corrió a home pero la coordinación perfecta entre los matamorenses Fernando García, cátcher y David Zarate, pitcher, evitaron que los tijuanenses se fueran arriba en el marcador. Es importante mencionar que el papá del cátcher de Matamoros del mismo nombre, Fernando García, fue al mundial en el 2001.

Antes del inicio de la 4ª entrada la iluminación solar ya se había ido y los aficionados volvieron a hacer de las suyas con el encendido de luz de sus celulares, con un entusiasmo que contagiaba y motivaba al equipo de casa.

En la parte baja de la 5ª entrada, la penúltima, Tijuana logró poner casa llena. El Coach de Matamoros, Víctor Salazar, mismo que llevó al equipo al mundial de 2018, decidió que ingresara como pitcher relevista, Marco Covarrubias, y mientras calentaba su brazo se escuchó en el sonido local “Mi Matamoros querido” de Rigo Tovar.

Turno al bate por parte de Tijuana, Santiago Retamoza y ahí estuvo un duelo muy particular con el pitcher sustituto de Matamoros. La gente en las gradas sumergida en su ansiedad que les devoraba la ilusión de Williamsport, los nervios recorrían a todos los presentes como momentos antes los invadió la ola y las luces de sus celulares. Esta batalla la ganó Covarrubias de Matamoros al lograr ponchar al tijuanense; con casa llena ya solo faltaba un out y el turno fue para otro peligroso bateador, Carlos Pardo, quien después de estar en 2 bolas y 2 strikes logró conectar un batazo que fue atrapado magistralmente por Iván Cuesta Perales, logrando con ésta atrapada levantar el ánimo de sus compañeros y de todos los asistentes, sembrando un desánimo irremediable en el equipo de Tijuana.

En la 6ª y última entrada Tijuana hizo cambio de pitcher, salió Jiménez y entró un muy nervioso Medina, que tuvo que enfrentar la presión de las gradas y muy pronto tuvo casa llena, frente a Francisco Medina dio pasaporte por 4 bolas y entró la carrera de caballito de Miguel Padilla. 2 a 1 se puso el marcador. Después con Iván Cuesta al turno, el pitcher de Tijuana lanza una bola que se le fue al cátcher y entró la tercera carrera de Matamoros. 3 a 1 terminó la entrada.

En el colofón de la 6ª entrada Tijuana logró una carrera y al final Matamoros se quedó con el triunfo 3 a 2. El boleto a Williamsport por sexta vez se quedaba en casa. Nos vemos en agosto.

El tiempo hablará.

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