Victoria.- (Alfredo Guevara) Una tercera parte de las 150 mil hectáreas que se sembraron de soya, sorgo y maíz en municipios de la zona sur de Tamaulipas están en riesgo de perderse, porque además de que se salieron de las fechas de siembra, la lluvia que recibieron fue tardía, confirmó Francisco Quintanilla Sosa
Si bien las condiciones que imperan en el campo tamaulipeco hoy en día son mejores, después de pasar por una severa sequía, ya no es ni oportuno volver a sembrar por el riesgo que se corre con posibles heladas que se avecinan para los meses de diciembre y enero, consideró el subsecretario de Desarrollo Agrícola.
Y en el peor de los casos, si bien los productores que se vean afectados podrían tener acceso al seguro catastrófico, lo que percibirán como indemnización será mínimo, comparativamente con todo lo que le invierten, es decir, lo que representa el costo de inversión para levantar las cosechas.
“El costo de inversión que se hace desde la preparación de la tierra y la compra de semilla, la siembra es elevado comparativamente con los mil 500 pesos por hectárea que se les da en caso de pérdida por exceso de humedad o bien por sequias, pero es prácticamente un alivio para la gente del campo” explicó.
Algunos cultivos se salieron de las fechas de siembra y, aunque unos se están recuperando por las últimas lluvias, a otros no les cayó bien el agua, es tardía, entre éstos sorgo, soya, maíz, aunque el agricultor sabe que se corre ese tipo de riesgo, incluso, aun cuando haya sembrado en las fechas adecuadas, sostuvo.
Confió en que lo que se pierda no sea mucho.
Informó que ya se realiza una evaluación de las condiciones que imperan en esa región, para determinar la magnitud de la problemática que se ha originado tras la llegada de lluvias tardías, que ya no permiten en algunos casos la recuperación del cultivo
Quintanilla Sosa declaro que hay zonas donde se invierte hasta diez mil pesos por hectárea, como costo de inversión, de los que solo unos mil 500 pesos recupera el productor, ya sea por sequía o bien, pérdidas por excesos de humedad o lluvia tardía.